Siete años promoviendo una estrategia conjunta de proyección internacional de las universidades públicas catalanas: balance y perspectivas de futuro

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Josep M. Vilalta, Alícia Betts, Victòria Gómez, Mariona Miret

Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP)

 

  1. Abstract.

En el contexto actual de globalización creciente, la internacionalización y la proyección internacional son estrategias necesarias para maximizar el impacto social de las instituciones de educación superior. En este escenario de gran interdependencia, actuar conjuntamente y establecer cooperaciones entre instituciones y agencias aporta un valor añadido crucial para poder hacer frente a los desafíos a los que debe hacer frente el sistema de educación superior. Partiendo de esta afirmación, el presente artículo analiza la estrategia llevada a cabo por la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP) que desde su modesta experiencia demuestra que la manera más eficaz de hacer frente a los desafíos del siglo XXI es desde el trabajo institucional conjunto. A lo largo del artículo se detalla la misión y estrategia de la ACUP, sus ámbitos de trabajo, los mecanismos y estrategias puestos en marcha y el trabajo elaborado a través de la Global University Network for Innovation. Para desplegar los diferentes objetivos en el ámbito internacional conjunto, se diseñó el Plan de Proyección Internacional de las Universidades Públicas Catalanas (2010-2015) por parte de la Comisión de Relaciones Internacionales. El artículo analiza este proceso y describe como a partir de su evolución y evaluación se pudo diseñar un nuevo Plan para el período 2017-2020.  El artículo concluye con un balance de los siete años de estrategia conjunta, describiendo los obstáculos encontrados y los beneficios tangibles de la cooperación interuniversitaria en materia de internacionalización, y finalmente se indican brevemente las perspectivas de futuro. 

 

  1. Introducción.

La creciente internacionalización de las universidades es ya un hecho incuestionable. Al igual que en las sociedades donde se insertan, las universidades trabajan en un contexto internacional y bajo el paradigma de una creciente globalización. Aunque históricamente las universidades han sido por definición instituciones abiertas al mundo, sin duda en los últimos decenios el contexto social, económico, cultural y tecnológico ha conllevado la creciente globalización en un mundo cada vez más interconectado. Ejemplos de todo ello son, entre otros, la creciente movilidad de estudiantes, profesores e investigadores, las políticas de captación y retención de talento, la reputación internacional de las universidades y los ránquines, la formación on-line, la captación de fondos internacionales para la investigación o los contratos con multinacionales o grandes corporaciones en desarrollo científico y tecnológico.    

 

En este contexto, la internacionalización y la proyección internacional ya no son estrategias opcionales sino necesarias para maximizar el impacto social de las instituciones de educación superior. Las instituciones y regiones que sean capaces de establecerse como referentes tanto en la esfera local/regional como en el ámbito global tendrán más posibilidades de llevar a cabo sus funciones de formación, investigación e innovación con calidad y relevancia.

 

Asimismo, las universidades y en general las instituciones del conocimiento atesoran una importancia social y económica crecientes. Tal como se resaltó en la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior de la UNESCO de 1998, “Dado el alcance y el ritmo de las transformaciones, la sociedad cada vez tiende más a fundarse en el conocimiento, razón de que la educación superior y la investigación formen hoy en día parte fundamental del desarrollo cultural, socioeconómico y ecológicamente sostenible de los individuos, las comunidades y las naciones”.[2] Es una evidencia que las instituciones de educación superior están llamadas a jugar un papel esencial en las transformaciones de la sociedad del siglo XXI. En este sentido, y aunque se haya remarcado mucho en los últimos años la importancia de la internacionalización para las instituciones de educación superior, tampoco debemos olvidar que el servicio social de las universidades en su vertiente local y regional también es crucial. Las universidades deben comprometerse tanto localmente como globalmente para conseguir la relevancia y la calidad en sus actividades nucleares.

 

Además, en muchas ocasiones ya no es posible que una sola institución, de forma aislada, pueda afrontar cuestiones que son por naturaleza complejas e interdependientes. Hay una necesidad cada vez más acuciante de crear redes de conocimiento y de trabajar conjuntamente, tanto entre las propias universidades como con otras instituciones públicas, empresas y entidades sociales y no gubernamentales. En este sentido, las universidades, que normalmente tratan de abordar problemas complejos desde la investigación científica, son espacios genuinos para la cooperación con otras instituciones y actores tanto en el territorio local como en la esfera internacional.

 

De acuerdo con Jane Knight, la internacionalización se define como “el proceso de integración de una dimensión internacional, intercultural o global en la misión, función e implantación/deslocalización de una institución de educación superior” (Knight 2004, p.11) Además, según la misma autora, la internacionalización es un proceso de cambio diseñado a medida para satisfacer las necesidades y los intereses de cada entidad de educación superior. En consecuencia, no existe un modelo de internacionalización que se adapte a todos por igual. En el presente artículo se presenta el caso de la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP) y el sistema universitario catalán, que, aunque no pueda ser generalizado, puede aportar ideas y reflexiones de utilidad a otras regiones y sistemas universitarios en cómo articularse y proyectarse internacionalmente.

Los objetivos y aproximaciones a la internacionalización evolucionan constantemente, habiéndose expandido el concepto desde una perspectiva estrecha que implicaba la movilidad de estudiantes a una perspectiva mucho más amplia. De acuerdo con la Asociación Internacional de Universidades (IAU), los objetivos actuales de la internacionalización son la educación de ciudadanos globales, la generación de ingresos a través de tasas de los estudiantes internacionales y la misión de aumentar el prestigio institucional[3]. Desde nuestra perspectiva, la internacionalización afecta también directamente la actividad investigadora y de innovación de las universidades, la movilidad y captación de talento y el impacto de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.  

La modesta experiencia de la ACUP demuestra que la manera más eficaz de hacer frente a los desafíos en los inicios del siglo XXI es desde el trabajo institucional conjunto, y es lo que se tratará de describir y analizar a lo largo de este artículo basado en la experiencia del sistema universitario de Cataluña.

  1. La Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP): misión y estrategias.

La Asociación Catalana de Universidades públicas (ACUP) se fundó el año 2002 por iniciativa de las universidades de Barcelona (UB), Autònoma de Barcelona (UAB), Politècnica de Catalunya (UPC), Pompeu Fabra (UPF), Girona (UdG), Lleida (UdL), Rovira i Virgili (URV) y Oberta de Catalunya (UOC). Su misión es la de constituir la voz esencial de las universidades públicas de Cataluña y sumar esfuerzos para promover iniciativas, programas y proyectos conjuntos para la mejora del sistema universitario y para que éste constituya un motor de desarrollo social, cultural y económico. Los rectores y rectoras de las universidades representan su institución en la Asamblea General de la ACUP, máximo órgano de gobierno de la Asociación. La presidencia recae anualmente y de forma rotatoria preestablecida en los rectores de las universidades. Desde el año 2006 se completa su estructura con el cargo de secretario ejecutivo, que dirige y gestiona los diversos proyectos e iniciativas con un equipo reducido de profesionales técnicos. Asimismo, desde el año 2008 se han añadido como miembros de la Asamblea General los presidentes y presidentas de los Consejos Sociales o cargos equivalentes de las universidades miembros.

A partir del año 2008 la ACUP intensificó en gran medida su actividad y su presencia pública, adquiriendo una experiencia creciente que, al día de hoy, la sitúa como una asociación universitaria de referencia en el panorama europeo. Así lo refleja el volumen considerable de relaciones y proyectos que se llevan a cabo también en el panorama internacional. A partir de la creación de una secretaria ejecutiva y de la generación de una estrategia conjunta que pretende situar a Cataluña como un espacio universitario de referencia en el sur de Europa, la Asociación ha desarrollado un conjunto de iniciativas para la mejora de las universidades miembros y para el conjunto del sistema universitario público en sus principales ámbitos de actuación: formación, investigación, transferencia de conocimientos a la sociedad y gestión interna.

A través de la ACUP se promueven espacios de cooperación a tres niveles: 1) entre las mismas universidades catalanas que la componen; 2) entre las universidades catalanas y los actores sociales, institucionales y económicos del país (por ejemplo, a través de la denominada Plataforma Conocimiento, Territorio e Innovación – Plataforma CTI-[4]; y 3) entre las universidades catalanas y la sociedad global con colaboraciones a escala internacional, entre las que destaca la colaboración con la UNESCO y la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) en la promoción de la Global University Network for Innovation (GUNi), que a día de hoy agrupa más de 210 universidades, cátedras UNESCO y centros de investigación de 78 países del mundo. A través de estos espacios colaborativos a tres niveles se consigue orientar la actividad universitaria tanto a nivel local como global.

Las universidades públicas catalanas engloban a día de hoy a unos 224.000 estudiantes, más de 15.000 profesores y 14.000 profesionales de administración y servicios, así como 816 grupos de investigación consolidados. Este sistema, integrado por ocho universidades que se pretenden innovadoras, pone de manifiesto la voluntad de cooperar con una sola voz siempre que sea pertinente y necesario, así como potenciar las sinergias y los proyectos conjuntos en aras de una mejor formación, investigación y transferencia de conocimientos.

Hoy en día, la ACUP trabaja en cinco áreas estratégicas que se resumen en la siguiente Tabla:

Tabla 1

 

  1. La estrategia conjunta de proyección internacional de las universidades públicas catalanas.

El foco de atención de este artículo recae precisamente en la estrategia de proyección internacional conjunta y el trabajo realizado en el ámbito de las relaciones internacionales por parte de la Asociación. La ACUP, en su vocación internacional, tiene como finalidad apoyar a las universidades públicas catalanas en sus actividades de internacionalización y de proyección, persiguiendo los objetivos de calidad y compromiso responsable global.

Para conseguir una proyección internacional exitosa se deben facilitar mecanismos y estrategias conjuntas como sistema universitario público integrado. Cataluña debe convertirse y reconocerse como un referente internacional por sus capacidades universitarias y de investigación. De hecho, la visión de la ACUP en relación al ámbito internacional es la de convertir a Cataluña en el espacio universitario y de investigación de referencia en el sur de Europa. Para ello, se parte de la evidencia de que, más allá de la competencia, hay muchas necesidades y oportunidades para la cooperación interuniversitaria en el ámbito internacional. La estrategia internacional de la ACUP se estructura alrededor de la Comisión de Relaciones Internacionales, formada por el conjunto de Vicerrectores/as y Directores/as de las Oficinas de Relaciones Internacionales de las universidades miembros.  Constituyen pues la Comisión 16 miembros más la propia Secretaría Ejecutiva de la ACUP que actúa como catalizador e impulsor de los diversos objetivos y programas de internacionalización.

Para poder desplegar los diferentes objetivos en el ámbito internacional conjunto, la Comisión de Relaciones Internacionales diseñó un primer Pla de proyección internacional de las universidades públicas catalanas (2010-2015). Los ejes del Plan de proyección internacional 2010-2015[5] fueron los siguientes:

1. Proyección y reconocimiento internacional. Proyectar y consolidar internacionalmente el sistema público de educación superior catalán, en el marco de Cataluña como región europea del conocimiento.

2.  Sociedad catalana internacional. Incorporar una dimensión internacional en todos los ámbitos universitarios y formar a los universitarios para pensar y vivir en un contexto internacional.

3. Investigación y talento global. Potenciar la investigación de calidad y la captación de talento.

4. Cultura catalana en el mundo. Proyectar la lengua y la cultura catalanas en todo el mundo.

5. Conocimiento para el desarrollo. Fomentar una cooperación universitaria con países en vías de desarrollo coherente y coordinado y al servicio del progreso de las sociedades.

6. La Universidad de Cataluña. Consolidar la colaboración interuniversitaria en el ámbito de las relaciones internacionales para el beneficio de cada universidad y del conjunto del sistema universitario público.

Durante el año 2016 se llevó a cabo la evaluación de los resultados del Plan 2010-2015 y a partir de aquí se diseñó un nuevo Plan para el período 2017-2020.[6]  

El actual Plan tiene un formato más reducido, con un horizonte temporal de cuatro años y un menor número de estrategias, con el objetivo de que pueda ser más operativo y alcanzable. Anualmente la Comisión de Relaciones Internacionales de la ACUP prepara un Plan Operativo donde se priorizarán las actividades a realizar cada año. Los ejes que marcan las prioridades del Plan de proyección internacional 2017-2020 son los seis siguientes:

  1. Formación para ciudadanos globales
  2. Investigación e innovación internacionales
  3. Compromiso social
  4. Cultura catalana en el mundo
  5. Visibilidad internacional
  6. Observatorio internacional para la educación superior

No es objeto de este artículo desgranar todos y cada uno de los proyectos que, en el marco de los Planes de proyección internacional de la ACUP, se han llevado a cabo en estos últimos siete años. Pero si puede ser ilustrativo destacar algunos de ellos para poder visualizar su orientación y su alcance.

En el ámbito de la proyección y las relaciones internacionales, la ACUP ha desarrollado intensamente la presencia de las universidades catalanas en las ferias y organismos internacionales de educación superior. Ejemplo de ello es la presencia conjunta anual en las principales ferias de educación superior del mundo: EAIE (Europa), NAFSA (Norteamérica) y APAIE (Asia). En estos años, el sistema universitario catalán, en colaboración con el Gobierno de Cataluña, ha consolidado una proyección y una marca de prestigio en el ámbito universitario internacional. Asimismo, ACUP participa activamente en distintos organismos universitarios internacionales (como son la European University Association (EUA), la International Association of Universities (IAU) o la Academic Cooperation Association (ACA)), y en organismos internacionales que trabajan de alguna manera en los ámbitos de la educación superior y la investigación (como la propia Comisión Europea o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)). Fruto de ello es la participación de la ACUP en diversos proyectos europeos en los últimos años, en temáticas como el del reconocimiento internacional y la movilidad de estudiantes en los programas de máster o la de la investigación e innovación responsables (RRI, en sus siglas en inglés).

Finalmente, desde la ACUP se han fomentado convenios o colaboraciones bilaterales con organismos o asociaciones de corte parecido de países europeos tales como los Países Bajos y Escocia o con universidades de otros países.  

Otro de los ámbitos estratégicos desarrollado en estos años es el del observatorio y la generación de informes y estudios en materia de internacionalización universitaria. Una actividad destacada ha sido el análisis y la visita a países y sistema universitarios de referencia. Durante estos siete años se han analizado y visitado los sistemas universitarios de los Países Bajos, Dinamarca, Escocia, Austria, Israel, California y Massachusetts, algunos de ellos en colaboración con el Gobierno de Cataluña. Los viajes e informes correspondientes son un excelente motivo para las actividades de benchmarking, el intercambio de ideas y, eventualmente, la generación de sistemas de cooperación mutua. En este ámbito la ACUP organiza periódicamente seminarios, grupos de trabajo y workshops en temáticas que las propias universidades miembros requieren o consideran estratégicas. En este apartado tenemos que destacar un proyecto más que relevante para diseñar una batería de indicadores de internacionalización universitaria, llevada a cabo también en colaboración con el Gobierno de Cataluña, de gran utilidad para las propias universidades y para la política y la toma de decisiones en materia de educación superior.

Otro de los ámbitos destacados durante estos años ha sido el de la cooperación para el desarrollo (conocimiento para el desarrollo). De hecho, la propia ACUP diseñó y puso en marcha el Plan de Cooperación Universitaria para el Desarrollo (2011-2015)[7] que contenía los siguientes ejes estratégicos:

  1. Una CUD de calidad basada en el valor añadido de las universidades como actores de desarrollo
  2. Las universidades como centros de creación y transferencia de conocimiento para el desarrollo
  3. Las universidades como instituciones de formación de profesionales de la cooperación para el desarrollo
  4. Las universidades como instituciones que fomenten una ciudadanía responsable
  5. Una CUD plenamente institucionalizada en el seno de las universidades
  6. La Universidad de Cataluña

Bajo este Plan 2011-2015 y con la coordinación de una Comisión de Cooperación Universitaria para el Desarrollo de la ACUP (formada por los responsables CUD de cada una de las universidades miembro más la Secretaría Ejecutiva de la ACUP) se han llevado a cabo un buen número de proyectos de cooperación conjunta, y se han intentado establecer prioridades para la cooperación para el desarrollo conjuntas y en colaboración con los gobiernos y entidades sociales. Cabe destacar por ejemplo los proyectos de colaboración con sistemas universitarios y países africanos y más recientemente un trabajo intenso de adaptación y coherencia de las políticas universitarias con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. En este sentido, en el período actual la estrategia de internacionalización y la estrategia de cooperación universitaria para el desarrollo se han subsumido en un solo Plan de proyección internacional 2017-2020 para facilitar la coherencia de las políticas y para reforzar una visión única.      

En la vertiente más global, la ACUP trabaja a través de la Global University Network for Innovation (GUNi), una red creada por la Universidad de las Naciones Unidas (UNU), la UNESCO y la Universidad Politécnica de Cataluña en 1999. La ACUP ostenta la presidencia, la dirección y el secretariado de GUNi. A día de hoy, reúne 218 instituciones de educación superior, redes relacionadas con la educación superior, centros de investigación y cátedras UNESCO de más de 78 países. A nivel regional, GUNi cuenta con cuatro Oficinas Regionales: África, Asia y el Pacífico, Latinoamérica y el Caribe, y Países Árabes.

Los principales objetivos de la GUNi son los siguientes: 

  • Animar a las Instituciones de Educación Superior a reorientar sus roles ampliando su valor y contribución a la sociedad y fortalecer sus posicionamientos críticos;
  •  Ayudar a disminuir las desigualdades entre países desarrollados y en vías de desarrollo en el campo de la educación superior y promover la cooperación Norte-Sur y Sur-Sur;
  • Promover el intercambio de recursos, ideas innovadoras y experiencias, y permitir la reflexión colectiva y la producción conjunta de conocimiento en temas emergentes de la educación superior, la innovación, la responsabilidad social y la relevancia a escala global.

Una de las actividades más importantes que realiza la GUNi es la elaboración y edición de los informes anuales sobre educación superior en el mundo (Higher Education in the World Report),[8] que en cada edición se centran en una temática relevante. Los objetivos principales de estos informes son reflexionar sobre temas clave y sobre los desafíos a los que se enfrenta la educación superior y sus instituciones; contribuir a la renovación de ideas y a la reflexión alrededor de la contribución de la educación superior y la sociedad del conocimiento; y convertirse en una herramienta importante para investigadores, legisladores y profesionales.

Hasta ahora, la GUNi ha trabajado en los siguientes temas:

  • La financiación de las universidades;
  • La acreditación de la calidad;
  • Los nuevos desafíos de la educación superior y los objetivos emergentes para el desarrollo humano y social;
  • El compromiso de la educación superior con la sostenibilidad: del conocimiento a la acción;
  • Conocimiento, compromiso y educación superior: cómo contribuir al cambio social;
  • Hacia universidades responsables socialmente: equilibrar lo global con lo local.

En este momento se están dando los primeros pasos del que constituirá el nuevo Informe Mundial, que se presentará a mediados del año 2019, que tratará sobre el futuro de las humanidades y la relación entre ciencia, tecnología y humanidades en los inicios del siglo XXI.

Otra de las actividades clave de la GUNi es la organización bianual de un congreso internacional. La edición de 2017 se ha desarrollado alrededor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y ha enfocado cómo los diferentes actores implementan estrategias para conseguir los objetivos en diferentes ámbitos y regiones. La International Conference on Sustainable Development Goals, celebrada en Septiembre de 2017 en Barcelona, ha contado con más de 200 asistentes y cerca de 70 ponentes de 21 países de todo el mundo. Se han abordado temas como el rol de las instituciones de educación superior en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible, la sanidad, la educación, la gobernanza, la nueva economía, las ciudades inteligentes y las humanidades. La GUNi, en su rol global, innovador e integrador también ha dedicado una sesión a dar voz a jóvenes líderes de diferentes países para que expliquen su visión y sus ideas respeto al futuro de la Agenda 2030.

 

  1. Siete años promoviendo una estrategia conjunta: balance y perspectivas de futuro.

Aunque las políticas universitarias suelen tener sus efectos e impactos a medio y largo plazo, consideramos que siete años de implementación de una estrategia conjunta de internacionalización por parte de las universidades públicas catalanas permite analizar unos primeros resultados y llevar a cabo algunas consideraciones, aunque en algún momento sean provisionales. De hecho, la evaluación del Plan de proyección internacional de las universidades públicas catalanas 2010-2015 fue un proceso extremadamente rico para valorar el camino realizado, los obstáculos encontrados y los beneficios tangibles de la cooperación interuniversitaria en materia de internacionalización.

 

Entre los beneficios de desarrollar una estrategia conjunta interuniversitaria, en base a la experiencia y los resultados en Cataluña, encontramos los siguientes:

 

  1. Diseñar y llevar a cabo una estrategia conjunta de proyección internacional (en nuestro caso, mediante la estrecha colaboración de ocho universidades catalanas a través la ACUP) ha significado un proceso de aprendizaje organizativo conjunto remarcable, según concluyen los propios miembros de la Comisión de Relaciones Internacionales de la ACUP. De una parte, por lo que ha significado compartir la orientación y los proyectos en materia internacional de todas y cada una de las universidades (comparación y benchmarking constantes). También por el hecho de que el resultado final es mayor que la suma de las capacidades institucionales de cada una de las instituciones. Trabajar conjuntamente ha generado beneficios para el conjunto del sistema, pero también, y de forma destacada en algunos casos, ha reforzado las capacidades de internacionalización de cada una de las universidades. Se podría decir que los beneficios individuales han sido mayores para aquellas universidades de menor tamaño y normalmente con menor estructura profesional. En cierta manera ha sido así. Pero también es igualmente cierto que universidades más jóvenes o más pequeñas han desarrollado estrategias eficaces que han sido de gran utilidad o referencia para instituciones mayores en tamaño e historia, pero en ocasiones con inercias del pasado difíciles de vencer o con ritmos de cambio organizativo más lentos. En este apartado, también ha significado un aspecto ciertamente positivo el trabajo colaborativo y permanente entre la esfera política de las relaciones internacionales de las universidades (vicerrectores/as) y la esfera directivo-técnica (directores/as de las áreas de relaciones internacionales) y de todos ellos con la secretaría ejecutiva de la ACUP. Anteriormente al trabajo de la ACUP, las esferas política y directivo-técnica trabajaban en ocasiones bajo una distancia excesiva y ello podía conllevar ineficiencias. Por el contrario, el trabajo conjunto de las dos esferas ha significado un enriquecimiento en beneficio de proyectos de mayor alcance y mayor impacto.

 

  1. Otro de los beneficios que ha aportado la estrategia conjunta de internacionalización es la de una mayor visibilidad y mejor reputación del sistema universitario catalán en el mundo. Durante estos siete años se ha ido incrementando progresivamente la visibilidad del sistema universitario catalán, gracias en buena parte por el trabajo internacional de cada una de las universidades, pero también rotundamente gracias a la acción conjunta. Tener presencia en organismos internacionales, debatir e influir en foros mundiales o proyectar una marca y una visión de sistema ha facilitado, sin duda alguna, el reconocimiento creciente de Cataluña como un espacio universitario y de investigación de calidad y competitivo en el sur de Europa. En este sentido, en todo momento se ha intentado una sabia combinación de la marca y la reputación de cada una de las instituciones con la marca conjunta del sistema universitario y de investigación catalán que permita multiplicar su reconocimiento. Allí donde la reputación/marca de una institución no llega, la reputación del sistema pueda ayudar. Y viceversa: allí donde la reputación del sistema no alcanza, la marca/reputación de algunas universidades puede marcar la diferencia.

 

  1. La colaboración interuniversitaria también ha conllevado una mayor influencia en el diseño de las políticas universitarias, principalmente a escala catalana. Ciertamente, la estrategia de internacionalización universitaria de la Generalitat de Cataluña ha sido tradicionalmente débil y errática, debido en parte a la falta de estrategias a largo plazo, a las rotaciones políticas y a la escasez de cuadros directivos y técnicos expertos de la materia en la administración pública. El rol llevado a cabo por la Comisión de Relaciones Internacionales del Consell Interuniversitari de Catalunya (CIC) del que forman parte el Gobierno de Cataluña y los vicerrectores de relaciones de las universidades catalanas ha sido modesto. Por todo ello, el desarrollo de la estrategia conjunta de internacionalización universitaria ha provocado en buena medida alianzas eficientes y de impacto entre gobierno y universidades, a partir de propuestas y proyectos surgidos desde la ACUP.    

 

  1. La estrategia conjunta de internacionalización ha comportado un mayor impacto de las políticas y proyectos desarrollados. Como se ha dicho anteriormente, el resultado es de mayor impacto que el que significaría la mera suma de las individualidades. Ello ha sido posible de forma progresiva y fruto de la experiencia adquirida a lo largo de los años: se trata de combinar adecuadamente las capacidades institucionales individuales con las conjuntas. Allí donde las universidades son potentes y autónomas en su acción no hay que añadir cooperación ni refuerzo conjunto. Pero sí es necesario hacerlo cuando las instituciones de forma individual no consiguen el impacto deseado. Aquí la suma de la cooperación interuniversitario permite mejores resultados. Como hemos dicho, este continuo trade-off no es nada sencillo de implementar. En nuestro caso, ha sido fruto de la experiencia desarrollada a lo largo de los años, y ha requerido en ocasiones un esfuerzo conjunto considerable: flexibilidad, reconocimiento de las propias debilidades institucionales, pruebas piloto como sistema y valoración de las mismas, etc. Una vez más, la importancia del aprendizaje organizativo conjunto que hemos mencionado, donde la resiliencia y la empatía entre personas han constituido un aspecto definitivo.           

 

  1. Finalmente, la estrategia de internacionalización conjunta ha comportado una mejora de la eficiencia y la economía, un aspecto especialmente relevante en el contexto de restricciones presupuestarias severas en España en los últimos años. En este apartado, los beneficios han sido limitados y hay por tanto margen para generar más eficiencia. Las dinámicas organizativas y presupuestarias de las instituciones universitarias conllevan muy a menudo escenarios de incrementalismo constante. Asimismo, renunciar a llevar a cabo iniciativas o competencias tradicionalmente ejecutadas en aras de una mayor coordinación y colaboración interuniversitaria no es tarea nada fácil. En cualquier estructura organizativa, las inercias son grandes, los intereses complejos y la cooperación interinstitucional puede ser vista como una pérdida de control o de poder. Pero es igualmente cierto que el hecho de compartir gastos entre las universidades y recoger prácticamente los mismos frutos ha generado con el paso del tiempo mayores grados de cooperación. Las economías de escala son, en buena parte, incontestables.         

 

La valoración de estos siete años de generación de una estrategia conjunta de proyección internacional también contiene claroscuros: dificultades, limitaciones y requisitos que no deben desdeñarse sino que deben ser analizados desapasionadamente para poder extraer recomendaciones para la mejora. Entre las dificultades, las limitaciones y los requisitos destacamos las siguientes:    

 

  1. Las inercias organizativas son limitantes. El camino realizado es estos siete años de proyección internacional conjunta es ciertamente positivo, pero las inercias organizativas de las instituciones (en nuestro caso, las universitarias) han limitado en algunas ocasiones los ritmos y el alcance de determinados objetivos o actividades. Salir de la zona institucional de confort no es tarea fácil. Pero, como se ha dicho, el trabajo colaborativo creciente y el aprendizaje conjunto han permitido también reducir en cierta medida las inercias institucionales.      
  2. El contexto social, económico y tecnológico es complejo y cambiante. Ello significa dificultades añadidas a la acción en materia de política universitaria y específicamente en el área de las relaciones internacionales.
  3. El sistema universitario en el conjunto de España y Cataluña se ha basado mayoritariamente en las últimas décadas en la competencia interinstitucional. Competencia por los recursos públicos, en la oferta académica, en la captación de fondos para la investigación, en la captación y retención de talento. El conjunto de universidades públicas catalanas ha entendido en los últimos años que, más allá de la necesaria competencia entre instituciones, es también posible y deseable generar espacios para la cooperación interuniversitaria y para la defensa conjunta de los intereses corporativos. Pero sin duda el sistema se estructura en buena parte en estrategias e incentivos para la competencia, por lo cual la colaboración y cooperación interuniversitaria rema en buena parte a contracorriente.   
  4. La rotación de los equipos directivos en las universidades puede ralentizar e incluso replantear algunas estrategias de colaboración interinstitucional. Esta rotación periódica ha comportado ser, en algunas ocasiones, un freno a la velocidad de algunas iniciativas o proyectos conjuntos.    
  5. Las políticas de relaciones internacionales, en nuestro caso en el ámbito universitario, tienen normalmente efectos a medio y largo plazo. Asimismo, sus beneficios pueden ser incluso en algunas ocasiones intangibles (pensemos por ejemplo en convenios de colaboración entre instituciones de diversos países, con puestas en marcha muy complejas). En este sentido, normalmente las prisas en conseguir resultados en el corto plazo suelen ser malas consejeras. Si a ello le sumamos una mayor dosis de complejidad y de intangibilidad directa en el ámbito de la cooperación internacional interinstitucional, el resultado es que cuesta asumir proyectos y acciones que normalmente tienen efectos en parte intangibles y en parte con impactos a medio y largo plazos.
  6. La financiación de los proyectos y acciones contenidas en los planes de proyección internacional promovidos desde la ACUP ha sido escasa. El contexto de restricciones presupuestarias de los últimos siete años ha ayudado a ello, y no ha permitido en ocasiones desarrollar proyectos robustos y plurianuales con cierta estabilidad. Esta falta de recursos en las universidades y en el conjunto del sistema ha generado la necesidad para la ACUP de buscar financiación externa para algunos proyectos y por ello ha reducido la capacidad de focalización necesaria en la aplicación de los mismos proyectos. A ello hay que sumar un equipo técnico de la ACUP extremadamente reducido en número de efectivos y en ocasiones sujeto a la obtención de fondos externos, normalmente variables en el tiempo.
  7. Las alianzas con actores externos no son fáciles ni normalmente estables por el contexto social y económico actual. Colaboraciones con universidades y sistemas universitarios de otros países, con gobiernos y administraciones públicas y otros actores han estado sujetas también a cambios políticos, a rotaciones en sus líderes y directivos, etc. Sin embargo, a pesar de todo ello, la experiencia de la ACUP en estos siete años es que se han podido consolidar determinadas estrategias y proyectos conjuntos, como los descritos en el apartado anterior. 
  8. Las actitudes y las habilidades interpersonales juegan un papel determinante. Trabajar y negociar con modestia, generar espacios de confianza interpersonal, aprender con humildad, establecer patrones de colaboración horizontales y no tantos jerárquicos, poner en valor los logros conseguidos, generar empatía y evitar roces innecesarios. Todo ello son aspectos que en nuestra experiencia han sido muy determinantes para la acción conjunta en materia internacional. Una adecuada gestión y coordinación que podemos denominar ‘soft management’ de los proyectos y de los potenciales conflictos ha constituido parte del éxito conseguido.     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía y recursos.

Asociación Catalana de Universidades Públicas (2010). Pla de Projecció internacional 2010-2015. Disponible en internet: http://www.acup.cat/sites/default/files/pla-projeccio-internacional.pdf

Asociación Catalana de Universidades Públicas (2011). Pla de Cooperació Universitària pel Desenvolupament 2011-2015. Disponible en internet: http://www.acup.cat/sites/default/files/2017-05/placud_1.pdf

Asociación Catalana de Universidades Públicas (2017). Pla de Projecció internacional 2017-2022. Disponible en internet: http://www.acup.cat/sites/default/files/2017-07/Pla%20RRII_FINAL%20%281%29_0.pdf

International Association of Universities (IAU). “Affirming academic values in internationalization of higher education: a call for action”,  April 2012. 

Knight, Jane (2004). Internationalization Remodeled: Definition, Approaches, and Rationales. Journal of Studies in International Education, 8, pp. 5–31

UNESCO (1998). Conferencia Mundial sobre la Educación Superior. La Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción, 9 de octubre de 1998 – Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción. Preámbulo.

 

 

[1] Nota del editor: En atención a su objetivo misional de difundir información relevante y útil sobre temas relacionados con dirección y gestión universitarias, el Boletín Telescopi encuentra fundamental publicar los textos de quienes han participado como keynote speakers, conferencistas o panelistas en los seminarios internacionales organizados por la Red Telescopi Iberoamérica o por uno de sus observatorios nacionales. A los conferencistas se les solicita la preparación del texto para su publicación y se someten a la evaluación académica prevista del Boletín. En esta oportunidad, se publica este artículo basado en la presentación homónima dada en el Tercer Seminario Internacional de la Red Telescopi Iberoamérica – “La Internacionalización de la universidad. Asunto de desarrollo estratégico y diferenciación institucional.”, convocado por la Universidad Politécnica de Cataluña, en 2017.

[2] Conferencia Mundial sobre la Educación Superior. La Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción, 9 de octubre de 1998 – Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción. Preámbulo.

[3] International Association of Universities (IAU), “Affirming academic values in internationalization of higher education: a call for action”, April 2012. 

[4] http://plataformacti.cat/

[5] http://www.acup.cat/sites/default/files/pla-projeccio-internacional.pdf

[6] http://www.acup.cat/sites/default/files/2017-07/Pla%20RRII_FINAL%20%281%...

[7] http://www.acup.cat/sites/default/files/2017-05/placud_1.pdf

[8] http://www.guninetwork.org/guni-reports